Julio Iglesias llega en jet privado de US$ 52 millones y sale a cenar mariscos

El español aterrizó de traje y corbata a las 19:25 horas. Para su show de esta noche hay 10 mil tickets vendidos. En la previa se emitirá el partido Chile vs. Uruguay.

CLAUDIO VERGARA Y AMÉRICA RODRÍGUEZ

Lujos, gran vida, excentricidades. Todo en un solo hombre: Julio Iglesias. Las etiquetas que por décadas han atrapado al cantante hispano más vendedor de todos los tiempos renacieron ayer en Santiago, donde esta noche se presentará en el Movistar Arena.

El intérprete aterrizó, junto a cuatro asistentes y parte de su banda, a las 19:25 horas en el sector de Aerocardal, estrenando su nuevo juguetito: un avión privado modelo Gulfstream 550 que recibió recién la semana pasada, mientras giraba por Brasil. Se trata del jet para negocios más moderno del planeta, avaluado en US$ 52 millones (más de $3.000 millones) y que también tienen ilustres como Steven Spielberg y Bill Gates. Con capacidad de 14 a 19 pasajeros, cuenta con una cabina espaciosa y puede volar 13 horas seguidas. Como su cuidado requiere de tanta delicadeza, el staff de Iglesias exige entrar al jet sin zapatos.

Pero el español no olvida su carisma. Tras descender de la nave, vestido de traje azul impecable, con camisa celeste y corbata, hizo los trámites de aduana y se subió a una camioneta polarizada; desde ahí, bajó el vidrio y lanzó un bocado a los periodistas que lo acechaban: "Feliz de estar aquí, encantado", comentó al pasar, con su pelo engominado y su tostado eterno.

Luego se fue directo a la suite Gabriela Mistral del Hotel San Cristóbal Tower, otra muestra más de su clase: la habitación tiene 135 metros cuadrados y una extensa terraza para tomar sol, como él lo pidió. Además, cuenta con baño con jacuzzi, muebles de colección y cristalería francesa. Por la noche, se le antojaron unas machas a la parmesana, por lo que cerca de las 21:20 horas partió con parte de su equipo al restaurante del club de golf Sport Francés. Pero como se trata de un lugar abierto, prefirió un espacio más íntimo y remató en la marisquería Miraolas, de Vitacura, donde probó un plato con atún de Isla de Pascua. A la salida del local, a eso de las 23:30 horas, el cantante dijo: "Lo pasé estupendamente".

Para su show de hoy ya se han vendido 10 mil boletos. Comenzará justo tras el pitazo final del partido entre Chile y Uruguay, que se emitirá en directo por las pantallas gigantes. Las puertas se abren a las 19:00 horas y se espera un concierto de casi dos horas.