Rabat, 24 may (EFE).- El cantante español Julio Iglesias desplegó anoche todo su repertorio de seducción ante miles de personas en Rabat, que corearon clásicos como "Manuela" o "Me va, me va", y que permitieron que el romanticismo llenase la noche del Mawazine, el mayor festival de Marruecos.
En una actuación de alrededor de una hora y media, el artista interpretó algunos de sus temas más conocidos, y puso un especial énfasis en ofrecer al público varios temas en francés, que fueron los más vitoreados por una audiencia entregada y básicamente francófona.
Julio Iglesias salió al escenario principal del festival Mawazine -un mastodóntico evento que durante diez días trae a Rabat a nombres como Elton John, Mika, Sting o Santana- con la intención, como había anunciado previamente en una rueda de prensa, de recordar al público por qué lleva más de 40 años ofreciendo actuaciones en este país.
"Quijote" fue el tema escogido por el cantante para iniciar su concierto, al que siguieron "Nostalgie", en francés, y su particular versión de "La gota fría", con el que caldeó la noche.
Acompañado siempre por las tres voces femeninas de su coro, quienes además también bailaron e, incluso, cantaron "a capella" con el artista, Iglesias fue elevando el tono de su actuación para poner a bailar a sus seguidores con "Soy un truhán, soy un señor".
En medio del recital, el cantante tuvo un cariñoso recuerdo para su padre, Julio Iglesias Puga, fallecido en 2005.
"Me acuerdo de que hace 30 años vine aquí a Marruecos de vacaciones con mi padre, y le canté esta canción al oído", dijo, antes de que comenzaran a sonar los primeros acordes de "Un canto a Galicia", la tierra donde nació el doctor Iglesias Puga.
Iglesias ya se había mostrado introspectivo durante la rueda de prensa previa al concierto, cuando reconoció que se arrepiente de "haber perdido mucho el tiempo" durante su vida, y cuando aseguró que jamás dejará de cantar, porque ese día sabe que "morirá".
El recital se cerró con una nueva versión de "Me va, me va", pero aunque el respetable permaneció quieto a la espera de algún bis, apenas unos pocos mostraron públicamente esos deseos, lo que pudo contribuir a que Iglesias ya no volviese a aparecer sobre el escenario de Rabat y echase el telón a su reencuentro con Marruecos.
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