5 ago 2013
4 ago 2013
Julio Iglesias, a su bandera
Los conciertos de Julio Iglesias se han convertido ya en algo más que en recitales donde se repasan canciones de toda una vida, y de la historia musical latina. El artista de la raza con más discos vendidos de la historia decidió anoche concederle a "su" público de Marbella -todo vendido, 2.500 localidades- las confesiones de una leyenda que cada vez canta menos por España y al que cada vez le cuesta más escribir canciones nuevas, como él mismo reveló con dolor entre tema y tema.
La materialización del fenómeno social y político en el que se encuadran estos encuentros, cristalizó cuando cual imagen devota de Semana Santa le fueron lloviendo banderas de España desde la primera fila, a modo de claveles rojos para un Crucificado, que pareciera iban a sepultarlo. Entonces el ex portero del Real Madrid se enrolló una roja y gualda al cuello y transgredió castizamente el 'A mi manera' de "su amigo" Sinatra para convertirlo en un "a mi bandera". Fue el gesto que todo el público vino a buscar, el orgasmo colectivo que desató los airados "bravos", "julio, julio" etcétera. La solidaridad del triunfador con el sufrimiento de un país en crisis.
No era cosa exclusiva de Julio Iglesias convertir la cita de anoche en algo más que un concierto. Entre los incondicionales que fueron a ver al vecino de Ojén se volvió a encontrar a parte de la crema de la alta sociedad española, de veraneo por la zona, con secretarios de Estado, empresarios como Villar-Mir, alcaldes del PP de pueblos de la Costa del Sol, la familia Luca de Tena, Fernando Martínez de Irujo y su mujer Miranda con sus tres hijos en los 'champaneados' palcos de la Cantera de Nagüeles, el extraordinario espacio diseñado por Starlite Festival para recuperar el brillo y el oropel de las noches de la jet previas a la Era malaya.
Con este ambiente selecto, filtrado desde el precio de las entradas, Iglesias se sintió comodísimo durante toda la noche. E inclusollegó bromear sobre las continúas parodias que corren por las redes sociales sobre su promiscuidad, reconociendo que le hacen gracia, -ayer no se sabe si porque Miranda estaba cerca no sobó tanto a las tres espectaculares coristas que le acompañaban-. "Una vez en Inglaterra, leí en un diario el titular; 'Julio Iglesias y tres mil inglesas'. Mi representante quiso llamar al periódico para el desmentido pero yo le exhorté, ¡ni se te ocurra!", rió.
Antes, regaló momentos sentidos y recuerdos a la Galicia de sus ancestros, con el reciente accidente de Santiago en su memoria, donde dijo haber perdido un amigo y todo un repaso a sus éxitos de siempre en una hora y tres cuartos de actuación para casi el setentero artista, cada vez más apoyado en los coros del público o en sólos de sus músicos. 'Manuela', 'Quijote', 'Amor', 'Me siento de aquí', 'Vuela amigo' o 'Caruso', fueron algunas de las más aplaudidas. Ésta última con el momento impagable en el que recordó al desaparecido Pavarotti "al que le dejé mi avión un día que no llegaba a un concierto en Sudáfrica".
Para terminar entonó sus gloriosos, 'Por el amor de una mujer', 'La vida sigue igual', o 'Me va, me va' con el que se despidió en un bis, para dormir a tiro de piedra en su cuartel general, 'Las cuatro lunas', su mansión en Ojén. Ya había regalado el 'A mi bandera'comparándose con el otro mito latino del borsalino y que hace cincuenta años escupió sobre una foto de Franco en el Hotel Pez Espada de Torremolinos. Salidas de tono de diferente tipo. Ah, al final del concierto también se habían marchado ya la decena de manifestantes del 15-M que gritaron consignas contra Rajoy en los aledaños, traduciendo aquel encuentro como un mitin del PP.
Absoluto Julio Iglesias
Y se llenó de 'Amor, amor' la cantera. Apareció con su indumentaria habitual de señor elegante, con traje y corbata negros, camisa blanca. Impecable para una voz impecable. «La música de los recuerdos, la que hace más pensar en aquellas noches donde éramos jóvenes, es la música del tango. Y la mejor sensación entre un hombre y una mujer es cuando lo saben bailar», explicó el cantante, mientras una pareja se preparaba en el escenario para confirmar sus palabras. Y lo hicieron. Con todo lo que puede conllevar bailar un tango que Julio Iglesias, estrella mundial de la canción, te canta al oído mientras tanto. Fue 'A media luz', pero la voz de Julio lo iluminaba todo.
Animó durante todo el concierto al público a acompañarle en todos los estribillos de prácticamente todos los temas. «¡Venga. Let's go!», les gritaba. Lo hizo con 'Échame a mí la culpa de lo que pase'. «¡Invito a mi país a cantar! exclamaba, para que todos subieran sus voces al escenario con él para hacer sonar más fuerte, más cálido, 'Mammy Blue'. «¡Esas manos arriba de los que apostaron por mí!». Porque si tuvo una característica su show de la pasada noche fue el de querer celebrar junto al público de Marbella, «a mi gente, mi casa, mi familia» los 45 años que el pasado mes de julio cumplió en la música.
«Hace unos cuarenta y cinco años, después de un gravísimo accidente, tuve la gran circunstancia de mi vida, la de tener una guitarra, una vieja guitarra cerca». porque, como explicó al público, con su garganta, 'La vida sigue'.
«Cada vez que canto en mi país, las pocas veces que canto, quiero dar las gracias por haberme dado tantísimo tiempo. Por eso, esta noche, que es tan importantísima para mí, porque tengo a mis hijos y a mi mujer aquí, le digo que los amo». «Si no fuera por la gente, estaría aburrido», dijo antes de cantar 'La carretera'.
Eran referencias constantes, explícitas o a veces imprecisas, de toda una carrera, un agradecimiento a quienes confiaron en él y, sobre todo, a los que confiaron en él en su país. «Sigo en la carretera», cantaba, y era inevitable echar la vista atrás y pensar en todo lo que, con esfuerzo, ha conseguido. Julio sigue en la carretera. Lo demostró anoche porque regaló anécdotas, comentarios, confidencias, compartió recuerdos, amó a su público. Con 'Nathalie' llegó uno de los temas más recientes del cantante, de su disco homónimo de 2010. Y con 'Hey' llegó la locura a la cantera.
«Dicen que el escribir tiene una edad. Ahora cada vez que pienso en que tengo que hacer una canción, no tengo ni fuerza ni imaginación», explicó, para cantar 'Manuela'. La respuesta del público no se hizo esperar en aquellos pocos segundos de silencio: los asistentes lo negaron a gritos. Ellos no iban a ser cómplices de esas palabras. Julio sigue en la carretera, a pesar de los 70 años que cumplirá el próximo mes de septiembre: «Dentro de poco, voy a cumplir 49 años., y no saben cómo me siento», espetó, provocando los aplausos de la cantera». Tuvo recuerdos para todos. Para quienes le han acompañado siempre, para su familia y sus amigos, para quienes confiaron en su talento y le ayudaron, para los que siempre estuvieron, para Luciano Pavarotti, su gran amigo, para su amada Miranda y sus hijos. "Esta noche es especial porque cantar en tu casa es especial, pero además requiere más exigencia todavía". Las fuerzas le respondieron, pues el espectáculo duró más de dos horas. Sin parar. Julio lleva un año imparable de éxitos y menciones a toda su carrera. Es el artista latino más vendido de la historia y el número uno de todos los tiempos en China. De hecho, ha sido incluido en el Libro Guiness de los Récords 2013 precisamente por sus cifras de ventas hasta hoy. Tiene muchas cosas que celebrar y las celebró con las personas a las que más quiere. 'De niña a mujer', 'Quijote', 'Caruso', su versión del 'Ne me quite pa' de Nina Simone, 'Méjico'. 'Abrázame', 'Crazy'. 45 años concentrados en los mejores 120 minutos de Julio en Marbella de los últimos tiempos.
Gira internacional
Tras esta parada en su casa, como dijo, seguirá su tour internacional de su disco publicado en 2010 "1" en Tarragona para después viajar a la ciudad israelita de Caesarea, y regresar de nuevo a España, en concreto a la ciudad de Algeciras, donde cantara en la Plaza de Toros el próximo 14 de agosto.
Julio se despidió de Marbella a su manera. Cantando una cálida versión de uno de los mejores temas de otro de nuestros artistas más internacionales, Alejandro Sanz, con el que Julio ha compartido tantos trabajos y que también actuará en el Starlite Festival. «A mi manera». Y dejó para el recuerdo de todos los que asistieron al mejor Julio de los últimos tiempos. «Se ha dejado la piel» o «es el mejor concierto de Julio al que he asistido» fueron los comentarios más sonados al finalizar.