Cuando Julio Iglesias apareció en el escenario, los espectadores aplaudieron aliviados tras horas de mirar al cielo, que descargó unas gotas minutos antes del concierto. «Hoy nos ha dejado el tiempo», dijo el cantante, quizá en alusión a aquella actuación en el estadio Antonio Amilivia en 1992, que tuvo que suspenderse debido al mal tiempo. El público -mayoritariamente de mediana edad- respondió durante todo el concierto con el mayor de los entusiasmos, cantando y emocionándose con los grandes temas del artista, publicados en su nuevo álbum, titulado 1.Julio salió al escenario instalado en el estadio Reino de León vestido con un traje clásico oscuro y camisa blanca, acompañado de un coro de tres voces femeninas y de cinco músicos. Abrió el concierto con el tema Amor, amor, amor. El cantante afincado en Miami interpretó grandes éxitos de su trayectoria musical como Me va, De niña a mujer -que dedicó a su hija-, Un canto a Galicia o Ne me quitte pas, versionando la canción de la francesa Edith Piaf.
El público jaleó con gritos de «guapo» y «olé» al artista, que habló del «estoico y bravo pueblo de León». Julio Iglesias también confesó: «A lo largo de mi vida he hecho miles de entrevistas. Hace una semana hice con un periodista del DIARIO DE LEÓN la entrevista más bella».
Uno de los momentos álgidos llegó cuando Julio se deshizo de la americana y se quedó ante los asistentes tan sólo con el chaleco y la camisa. El cantante, que ya ha cumplido los 68 años, pero que no para de trabajar, se mantiene en plena forma sobre el escenario y no cesó ni un momento de enardecer a los espectadores con sus gestos y sus comentarios dedicados a León, a este país, al paro, a la crisis... Julio Iglesias logró llenar el estadio, con el mérito añadido de la delicada situación económica. Precisamente, el cantante, sensible a los malos tiempos por lo que pasan muchas familias españolas, quiso invitar a su concierto a 400 parados, que en la madrugada del viernes ya hacían cola -documento en mano frente a las taquillas del estadio- para conseguir su entrada doble. A los parados también se dirigió Julio Iglesias durante el concierto y les dedicó el tema Nathalie. Para que todo saliera perfecto, durante el concierto fueron necesarios ochenta operarios para montar el escenario de 21 metros de ancho y 14 de fondo en el campo de fútbol.
En total 140.000 watios de luz, 80.000 de sonido y tres pantallas, una en el interior y dos los laterales del escenario, que hicieron de la velada una noche inolvidable. La gira de julio Iglesias, que promociona su nuevo disco 1, ya ha superado el ecuador de su duración. Comenzó el día 4 en Barcelona y está planificado que finalice el 12 de agosto en Marbella.
29 jul 2012
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1 comentario:
Yo estuve alli y habia solo 2 pantallas gigantes,no tres y no tenian nitidez con lo que no se veia bien a Julio,se le veia aun de lejos, aun con pantallas.Un desastre o truco para evitar que se le vea lo mayor que esta.
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