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El artista demostró que tiene muchas tablas, muchas horas de escenario y sabe cómo ganarse al público desde el primer minuto. Julio Iglesias confesó: «No entiendo cómo le va mal a un país tan bello y con tantos recuerdos». No sería la única referencia del autor de Abrázame a la crisis económica.
El artista, que invitó a su concierto en el estadio Reino de León a 400 desempleados, también se dirigió a ellos durante la actuación. «Siento por la gente que está sin trabajo, que tienen problemas... yo estoy divirtiéndoles a ustedes...». A ellos les dedicó acto seguido el tema Nathalie. Consciente igualmente de los duros ajustes en la minería, que han puesto en pie de guerra a las cuencas leonesas, el cantante afincado en Miami quiso lanzarles unas palabras de aliento. «Esos queridos mineros… espero que termine pronto su angustia». Expresó en voz alta un deseo: «A esas familias mineras, que no tengan la angustia de vivir sin futuro». A los trabajadores de las cuencas, como antes había hecho con los desempleados, también les dedicó un tema, en este caso A mi manera.
El discurso del artista caló pronto entre el público que llenaba el estadio de fútbol, que en un momento llegó a jalearle a los gritos de «presidente, presidente». A continuación, Julio Iglesias respondió con el tema La carretera. Antes el artista había evocado su primer recuerdo de León, cuando venía al desaparecido pueblo de Vegamián por aquellas carreteras estrechas, que hacían los viajes interminables, sobre todo, a los ojos de un niño. «Estoy feliz de volver a León. Cuando tenía dos años pasé un verano con mis padres aquí».
El público, que prácticamente coreó de principio a fin todas y cada una de las canciones que fue desgranando el artista, recogidas en su reciente álbum, titulado 1, se conmovió también con las continuas muestras de cariño del artista hacia León.
En un momento del concierto el artista -que también dedicó uno el tema De niña a mujer a su hija Chábeli- aseguró: «Esta noche, aquí, he cantado con un amor muy puro».
Julio Iglesias afirmó que la ciudad de León y su público forman parte, de una forma especial, de su trayectoria. «Os debo lo que soy».
El artista, que tenía reservada una sorpresa final -un adiós con fuegos artificiales-, explicó que «lo que hace bello a un país es estar juntos». Julio Iglesias, sin embargo, tuvo un pequeño «fallo de geografía» -como él lo llamó-, al referirse a León como Castilla. Sin embargo, explicó que para él, «León y Castilla son iguales». Y aclaró que «un país que habla cinco lenguas no se entiende». Fue entonces cuando entonó Paloma blanca.
En definitiva, demostró que es un artista que tiene mucho que cantar y que contar.
El artista, que invitó a su concierto en el estadio Reino de León a 400 desempleados, también se dirigió a ellos durante la actuación. «Siento por la gente que está sin trabajo, que tienen problemas... yo estoy divirtiéndoles a ustedes...». A ellos les dedicó acto seguido el tema Nathalie. Consciente igualmente de los duros ajustes en la minería, que han puesto en pie de guerra a las cuencas leonesas, el cantante afincado en Miami quiso lanzarles unas palabras de aliento. «Esos queridos mineros… espero que termine pronto su angustia». Expresó en voz alta un deseo: «A esas familias mineras, que no tengan la angustia de vivir sin futuro». A los trabajadores de las cuencas, como antes había hecho con los desempleados, también les dedicó un tema, en este caso A mi manera.El discurso del artista caló pronto entre el público que llenaba el estadio de fútbol, que en un momento llegó a jalearle a los gritos de «presidente, presidente». A continuación, Julio Iglesias respondió con el tema La carretera. Antes el artista había evocado su primer recuerdo de León, cuando venía al desaparecido pueblo de Vegamián por aquellas carreteras estrechas, que hacían los viajes interminables, sobre todo, a los ojos de un niño. «Estoy feliz de volver a León. Cuando tenía dos años pasé un verano con mis padres aquí».
El público, que prácticamente coreó de principio a fin todas y cada una de las canciones que fue desgranando el artista, recogidas en su reciente álbum, titulado 1, se conmovió también con las continuas muestras de cariño del artista hacia León.
En un momento del concierto el artista -que también dedicó uno el tema De niña a mujer a su hija Chábeli- aseguró: «Esta noche, aquí, he cantado con un amor muy puro».
Julio Iglesias afirmó que la ciudad de León y su público forman parte, de una forma especial, de su trayectoria. «Os debo lo que soy».
El artista, que tenía reservada una sorpresa final -un adiós con fuegos artificiales-, explicó que «lo que hace bello a un país es estar juntos». Julio Iglesias, sin embargo, tuvo un pequeño «fallo de geografía» -como él lo llamó-, al referirse a León como Castilla. Sin embargo, explicó que para él, «León y Castilla son iguales». Y aclaró que «un país que habla cinco lenguas no se entiende». Fue entonces cuando entonó Paloma blanca.
En definitiva, demostró que es un artista que tiene mucho que cantar y que contar.
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