«Si no cantara, mi alma estaría muerta», dice. Si no lo hiciera, traicionaría a los fans que durante 45 años lo han empujado hasta convertirlo en el artista latino con más discos vendidos de la historia en todo el mundo -lo certifica el Guinness World Records-. Las cifras lo arropan: Es uno de los diez mayores vendedores de álbumes de la historia de la música, con más de 300 millones de copias distribuidas en 14 idiomas. Se estima que ha ofrecido más de 5.000 conciertos frente a más de 60 millones de personas alrededor del globo.
A día de hoy, cuando su 70 cumpleaños se acerca con septiembre, su último éxito -'1'-, una recopilación de los grandes temas que construyeron la leyenda que es, mantiene el pulso sobre los escenarios. «Estaré en esto hasta que la gente quiera y mientras mi cuerpo y mi cabeza estén juntos», confirmaba en una entrevista reciente, cuando fijaba la fecha para el directo que lo trae de vuelta a Cantabria -previsto en un comienzo para el pasado junio y pospuesto hasta agosto-, para recorrer esta noche en el Palacio de Deportes de Santander el itinerario de toda su vida musical.
Quizá por el espíritu de retrospectiva de su último trabajo, el directo que aguarda junto a El Sardinero tendrá ese aire nostálgico que se respira al escuchar sus grandes éxitos. 'Hey', 'De niña a mujer', 'Por el amor de una mujer', 'El día que me quieras', 'Lo mejor de tu vida', 'Me va, me va' sustentan como pilares los 80 álbumes editados a lo largo de estas décadas de éxito internacional de una carrera nacida fruto de la casualidad. Se refugió en la música tras un accidente de coche que lo mantuvo parapléjico durante año y medio y que dio al traste con su aspiración futbolística profesional en el Real Madrid. El 17 de julio de 1968 se proclamó vencedor del Festival Internacional de la Canción de Benidorm con su 'La vida sigue igual' y el resto de la historia es bien conocida, tanto en lo profesional como en lo personal.
Por eso proclamaba el pasado 2011 el final de su presencia pública, que no sobre los escenarios. Tantos años de éxito incluso llevan a replantearse el precio del propio éxito: «He ganado más dinero del que necesito; pero no de la música, de la música me han venido cosas mejores que el dinero». Es el coste de una fama que trasciende generaciones. De hecho, es el español más consultado en los buscadores de Internet, a la altura de iconos como The Beatles, Elvis Presley, Frank Sinatra, Michael Jackson, ABBA, Elton John o Madonna. En cierto modo, hace mucho tiempo que entró en ese club selecto: «He cantado con Frank Sinatra, Stevie Wonder, Sting, Diana Ross... He cantado con todos y, si me dieran la oportunidad de cantar con mis hijos, también lo haría».
Por todo el mundo
Con la cita nocturna en Santander, Julio Iglesias cierra la gira nacional que lo ha llevado en las últimas semanas por Mérida, Barcelona, Logroño, Elche, Roquetas de Mar, Ciudad Real y Marbella. Es la antesala de la gira internacional que continuará por Jordania, México, Brasil, India, Oriente Medio, Australia y Japón, y que no deja duda de que le queda combustible para rato.
«Yo solo espero que la gente no me retire nunca. La vulnerabilidad más fuerte que tiene un artista es la incertidumbre de saber si el público le va a querer toda la vida. Salir al escenario a mis años es el mayor privilegio que puede tener una persona». Por eso es un hombre de sueños cumplidos, aunque él prefiere ser más cauto. «Hace más de cuarenta años -confiesa- que sueño despierto. Soñar a mi edad es muy difícil. De hecho, cada vez que tengo un sueño me tengo que despertar antes porque sé que es algo imposible».
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