
29 jul 2013
Julio Iglesias, el ligón de las redes sociales

28 jul 2013
El ídolo sale a escena recordando a Galicia
"El concierto de Julio Iglesias en Ciudad Real muestra un escenario espectacular, que se combina con el juego de luces y la propia pasión del público para llenar la noche de un clima enfebrecido"
Julio Iglesias canta a Galicia y pone en pie la plaza de toros deCiudad Real

25 jul 2013
JULIO IGLESIAS CON LOS FAMILIARES Y VÍCTIMAS DE LA TRAGEDIA FERROVIARIA
Yo, personalmente, he perdido a un amigo, Enrique Beotas, que viajaba en ese tren.
Todas nuestras oraciones para todas las familias que están sufriendo este gravísimo accidente." JULIO IGLESIAS
21 jul 2013
La solidaridad de Julio Iglesias con la locutora Betty Pino, en coma inducido

15 jul 2013
La pasión tinta de Julio Iglesias
El cantautor que ha logrado ser el músico latino que más discos ha vendido en el planeta, es un confeso apasionado del buen vino, tiene una excepcional cava llena de tesoros tintos y es uno de los sueños de Montecastro, una bodega de Ribera de Duero, con presencia en Venezuela. En esta entrevista exclusiva cuenta por qué es una de sus pasiones perdurables.
Se constata que no es un día habitual cuando Julio Iglesias llama al celular y además comienza la entrevista
con una advertencia que pronto se desmorona. “Yo no sé nada de vinos”, dice y se ríe. Esa es, con certeza, la primera constatación de lo mucho que sabe y que, como buen entendedor, no osaría hacer alarde de su veteranía. Julio Iglesias llama exactamente a la hora acordada y sin preámbulos pone sobre la mesa la bonhomía que le ha ayudado a llegar a cifras tan desmesuradas de ventas que es casi imposible de asir con la razón. “¿Sabes para que sirve el vino, mi niña? Para hablar contigo en este momento”.
Las grandes pasiones pueden comenzar con una epifanía que deja su marca indeleble en la hoja de vida.
“Cuando era joven bebía vinos con gaseosa. A los 27 años, comencé a tomarlos sin ella”, recuerda Iglesias de ese comienzo que no delataba lo que vendría. Una noche, recuerda, estaba en una cena en casa de la familia Rothschild. Sirvieron un vino y él comentó, con su compañero de mesa Roman Polanski, lo bonito que era. La anfitriona le cambiaría la vida cuando decidió traer luego otro tinto. “Era un Château Lafite del 61. Allí descubrí lo que era un gran vino”, recuerda.
Desde entonces Julio Iglesias comenzó a crear una cava particular que podría estar entre las mejores del planeta y que pondría a soñar despierto a cualquiera que comparta su pasión por los vinos.
Además, desde el año 2000, decidió ser parte de la bodega Montecastro, apostada en Ribera del Duero en España, cuyos vinos se encuentran en Venezuela.
A estas alturas de su existencia, con la bicoca de 300 millones de discos vendidos, hay algo más que haría si fuese más joven. “Si tuviera 30 años, me hubiese involucrado en hacer una bodega y ser winemaker”. La historia ahora sería distinta.
Todo está en casa. En los años 70 y 80, mientras Iglesias seducía al planeta con sus canciones y vendía cifras imposibles de discos, también se dedicaba a comprar grandes vinos a precios ahora irrisorios. “Siempre que ganaba, compraba y compraba vinos. Como era barato, buscaba los grandes franceses de buenas añadas. Llegué a comprar los buenos Romanée-Conti, Latour y Lafite por 30, 40 y 50 dólares la botella e hice una colección importante”, cuenta de los vinos que ahora alcanzan precios tan elevados que ni él los contempla. “Desde los años 90 dejé de comprar los grandes vinos. Ya son incomprables. Me molesta pagar más de 50 dólares por una botella”, deja clara su certeza. Claro, habría que aclarar que falta no le hace. En su inconmensurable bodega, hay leyendas tintas que seguro lo sobrevivirán. “Quizá sólo me he bebido el 40% de esos vinos en los últimos 35 años con mis amigos”. A sus 69 años, aún le queda el 60% de las botellas y sabe que la vida quizá no le alcance para descorchar todos sus tesoros.
Por lo pronto disfruta sin ambages esa pasión duradera. “Me encanta entrar en la bodega”, confiesa.
También “descubrir el vino”, añade. Y en la lista están además los vinos del llamado Nuevo Mundo. Eso sí, tiene claro los requisitos para que entren en su bodega. “Siempre compro lo que es recomendado por los gurús y una caja que no cueste 500 dólares.
Sí me gustan del Nuevo Mundo: los argentinos, los australianos, los surafricanos. Me gustan los pinot noir. Con los cabernet tengo más dudas. Los shiraz cuando están bien mezclados”.
Si se lo piensa para gastar más de 50 dólares en una botella, en su anecdotario aún aguarda el sabor de triunfo de un desafío millonario que le hicieron y aceptó. “A finales de los años 80, un amigo mío me llevó a Los Ángeles a una tienda de vinos de dueños iraníes. Allí había dos cajas de Romanée-Conti del 85. Le pregunté si me los vendía”, recuerda Iglesias. La dueña le explicó que aquellas botellas eran el mayor atractivo de la tienda y no estaban en venta. Pero le contó al esposo la inquietud del famoso visitante.
El dueño respondió con un desafío: “Vamos a ver, Julio: si me compras un millón de dólares, te las doy de regalo”. Iglesias, no faltaba más, aceptó el reto. “Es el mejor negocio que he hecho. Me imagino que esas dos cajas de Romanée-Conti hoy en día valdrían no menos 250.000 dólares. Ese fue un día especial para recordar. No siempre compro un millón de dólares en vino”. De algo sirve ser el cantante latino con más discos vendidos en el planeta.
Bodega propia. En esa pasión confesa, Iglesias vierte sobre las copas algunos lineamientos de sus apetencias y certezas. “No me gusta mucho el vino blanco, puro tinto. Me gusta el vino francés. Es el maestro. Pero muchos vinos españoles e italianos empiezan a ser mejores ahora. Hay buenísimos Riojas, Ribera del Duero…” Precisamente en esa última denominación de origen de España lo invitaron a ser parte como socio de la bodega Montecastro y él aceptó la propuesta. Ocurrió en 2000, y años después, ha visto el reconocimiento que han merecido los vinos propios. “Acepté participar porque son todas personas muy serias y el enólogo es muy bueno. Empezamos con un vino correcto y queremos hacer uno grande eso será en 40 años.
Pero sí es un vino bueno, bien calificado. Empieza a ser uno de los buenos de Ribera”. Él se involucra en la medida que lo permite su muy ocupada agenda. “Voy a las catas y he asistido a alguna mezcla. Pero el vino es un trabajo del día a día. Tenemos buenas raíces y confío mucho en su enólogo Bertrand Erhard”.
Al final, Iglesias da su veredicto. “Lo estamos haciendo bien. Es francamente bueno”. Y no sólo él lo certifica. En 2005 Robert Parker, el gurú americano, premió uno de sus vinos con 93 puntos. Y The New York Times lo eligió el mejor vino de Ribera del Duero en una cata de 20 botellas de menos de 45 euros. Esa región merece los buenos elogios del cantautor.
“Los Ribera tienen un sabor muy especial, su propia identidad, un color profundo, un sabor único. Allí nace el Vega Sicilia. Tenemos tierras buenas. Sientes que los vinos de allí saben envejecer bien”.
Pasión en copas. Julio Iglesias habla con deleite del placer de entrar a su cava en busca del vino que llevará a la cena. Defiende los esmeros que merecen y los enuncia. “Algo esencial es cuidarlo bien. Hay que tenerlos a 14 grados. Yo no creo en enfriarlos de manera artificial en una hora. El vino es un ser vivo: hay que cuidarlo. Tengo varias casas no muchas y en todas tengo bodegas”.
Pero por sobre todo, Iglesias tiene claro qué le han otorgado a su existencia. “La pasión por los vinos me ha permitido conversaciones más intelectuales, más largas y profundas. Los vinos me han abierto caminos insospechados. Me han brindado conversaciones privilegiadas. Si te tomas un Romanée-Conti del 85 y tienes enfrente a un poeta grande te contará cosas que de otra manera no haría. El vino es inspiración”, admite. Y ese diálogo se inicia incluso sin palabras. “Las conversaciones con el vino las tienes primero contigo mismo. Si abres uno bueno comienzas a sentir cosas maravillosas, porque ya hay una especie de ritual importante”. Su saldo de esta pasión es siempre a favor. “He hecho grandes amigos por el vino. Gracias a él soy más sensato en cualquier conversación de lo que era antes. La emoción del vino es muy cerebral porque entra por todos los sentidos”. Al finalizar, se despide con un consejo ineludible. “Toma siempre vino. Te voy a mandar uno para que te embaraces”.
14 jul 2013
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La voz de Julio Iglesias emociona a sus fans en la Plaza de Toros de Roquetas
Consejos de Julio
El vino de los famosos
Cantantes, actores, cineastas, diseñadores, deportistas, empresarios, periodistas y toreros participan en diferentes proyectos vitivinícolas, movidos por la pasión, búsqueda de prestigio, capricho o negocio, aunque no siempre su presencia en la bodega ha sido garantía de éxito en el mercado.
En España, tienen intereses en bodegas personalidades como Gerard Depardieu,Andrés Iniesta, Antonio Banderas, Rafael Moneo, Fran Rivera, Imanol Arias, Carlos Sáinz, José Luis Cuerda o Roberto Verino, aunque el tándem 'famosos+vino' es un fenómeno que traspasa fronteras, como lo demuestran Ford Coppola, Messi, Angelina Jolie o Brad Pitt.
En algún caso, los famosos han dado visibilidad a la bodega. En otros, su participación no ayuda a las compañías en su esfuerzo por vincularse a calidad y a profesionalidad. A veces han dado una imagen frívola o han eclipsado al producto e, incluso, han fomentado los prejuicios entre algunos consumidores, que creen que pueden ser productos inaccesibles o productos fruto del de marketing.
Entre las iniciativas que triunfan encontramos a Bodegas Montecastro, Castrillo de Duero en Valladolid, con el cantante Julio Iglesias como copropietario. La firma está presidida por Alfonso de Salas, marqués de Montecastro y Llanahermosa, máximo accionista. Figuran como socios numerosos empresarios y periodistas: Juan González, Pedro J. Ramírez, Gregorio Peña, Francisco Torres o Enrique Sánchez.
Fuentes de la compañía, que vende en 27 países y apunta a Brasil, China y otros destinos asiáticos como mercados prioritarios,constatan que la imagen internacional del artista les ayuda, pero también dejan claro que la apuesta del grupo pasa por vender caldos por su máxima calidad y no "el vino de Julio Iglesias".
Por su parte, el gallego Roberto Verino logra una facturación de 500.000 euros con su vino 'Terra do Gargalo' de las Bodegas Gargalo: inicialmente fue "un capricho" para él, enseguida se convirtió "en una pasión" y ha terminado siendo "un negocio", según diseñador.
"Supongo que habrá muchas personas que jueguen con el vino por una cuestión sólo de prestigio o de notoriedad, pero ése no ha sido nunca mi caso", añade Verino en declaraciones.
Bodegas Gargalo produce actualmente 100.000 botellas, de las que 80.000 se quedan en España y el resto se exporta principalmente a Reino Unido, Bélgica, Holanda, Andorra, Colombia y Japón.
Julio Iglesias regresa 11 años después a la Plaza de Toros de Roquetas
Julio Iglesias cantará en León
Esta sería la primera vez que el cantante, compositor y productor musical visite la ‘Capital del Calzado’, como parte de su gira que arrancará en México el próximo mes de septiembre en el Auditorio Nacional.
Será en próximos días cuando el equipo del artista más vendido de la música en español, confirme su fecha que tendrá como recinto el Poliforum.
Julio Iglesias llega con su nuevo álbum “Greatest Hits”, con una trayectoria que incluye récords de conciertos en España; además de haber batido récord de asistencia en Chile, donde en los años setenta convocó a más de 100 mil personas.
Rompió récord en Japón, donde vendió un millón 200 mil copias de su álbum “De niña a mujer” en sólo seis meses.
Pasó a formar parte del libro Guinness de los récords por haber vendido discos en más idiomas en la historia. Se convirtió en el primer artista internacional en tener un especial de televisión en la Televisión Nacional China en Pekín, con una audiencia de 400 millones de televidentes.
Además, el español es el único artista extranjero que, oficialmente ha vendido más discos en China y por ello se le rindió un homenaje por parte del Ministerio Chino.
Más éxitos para Julio Iglesias
El cantante Julio Iglesias actuó hace unos días en Alicante, donde llenó el recinto sin ningún tipo de problemas, como es habitual, y donde hizo un repaso de sus grandes éxitos, desde Hey, De niña a mujer, sin olvidar Un canto a Galicia, que siempre la interpreta en homenaje a su padre, hasta su habitual despedida con la que siempre cierra sus conciertos, el mítico Me va, me va.
Desde el momento en que pisó el escenario, el público que allí se congregó -aproximadamente 5.000 personas- se volcó con el artista.
Una vez terminado el concierto, estuvimos charlando en su camerino, y con el humor que le caracteriza comentó que está machacado, que pronto cumplirá 70 años, y que las piernas le duelen mucho, sobre todo la que se fracturó en aquel accidente cuando era joven. Ése es el motivo por el cual, en el escenario, se mueve muy poco y la mayor parte de la actuación permanece ya sentado en una silla alta.
De su exmujer, Isabel Preysler, habla maravillas, ya que mantienen una buenísima relación. Se deja aconsejar por ella, motivo por el cual le recomendó hospedarse en el SHA, en Altea, que tiene un magnifico spa con comida macrobiótica.
Julio Iglesias, durante la conversación, comentó que la música era su vida y que no para ni un segundo. "Si no tuviera avión privado, no podría mantener el ritmo de vida que llevo", afirmó. En estos días tenía que viajar a Jordania e Israel, donde tenia firmados conciertos, y en nuestro país terminará en fecha próxima en la localidad almeriense de Roquetas de Mar. En agosto también asistirá a la gala Starlite, que se celebrará en Marbella, muy cerca de la localidad de Ojén donde el artista tiene una casa, en la que se encuentra instalada su familia.
9 jul 2013
Las plantas vuelven a brotar en la propiedad de Ojén del cantante Julio Iglesias
Para Julio Iglesias y su familia fue un auténtico mazazo recibir la noticia de que su finca de Ojén había sido pasto de las llamas tras el terrible incendió que asoló esa zona andaluza a finales del pasado verano. Hacía pocas semanas que el cantante había regresado a los Estados Unidos y eso les evitó ver el horror que se vivió esos días en esa localidad donde hubo auténticas tragedias. Por suerte, en el caso de Iglesias no hubo víctimas ni tampoco entró el fuego en la casa.
Ha pasado menos de un año de aquello y hoy los Iglesias han vuelto a su finca, donde permanecerán los próximos meses. Desde finales de febrero se ha trabajado intensamente en la reforestación de la zona que ha resurgido de sus cenizas gracias a todas las plantas que se han puesto (cerca de doscientas tuyas y doce palmeras canadienses) y a la fuerte inversión realizada. La suerte es que casi la totalidad de los alcornoques no se han muerto y eso ha permitido que empiecen a brotar de nuevo.
Iglesias-Preysler
En Ojén es donde Julio tiene su centro de operaciones durante su gira, pero eso no quita que cuando viaja en su avión privadoaproveche para conocer otros lugares como la clínica el Sha de Altea, donde casi se cruza con la mismísima Barbra Streisand.
Es probable que los Iglesias Preysler sean esta semana pasto del papel couché con el reportaje del bautizo de la hija de Chábeli, un evento que fue hace ya más de dos semanas en Miami. Sofía es el nombre de la pequeña, que aún no ha aparecido en prensa y que seguramente veamos en la portada de su revista de cabecera tal y como Chábeli ha hecho siempre que ha tenido un acontecimiento familiar importante.
Julio Iglesias reconoce que no fue buen amante
Las leyendas siempre son leyendas, aunque en el caso de Julio Iglesias y sus relaciones amorosas o festivas, que son términos que no tienen por qué coincidir, y menos en la vida del cantante, que las enamoraba con solo soplarlas, algo hay de veracidad. Durante años no había entrevista en la que el tema sexual no fuera de vital importancia. Daba igual que estuviera con chica fija o estacional y, cuando se le preguntaba por su fama de donjuán, aseguraba que él se dejaba querer, que no hacía nada más que ser un caballero. Y ciertamente con la prensa siempre lo ha sido. Con las chicas también porque, salvo excepciones, ninguna le ha criticado. Eso sí,todas iban marcadas por el panthère de Cartier, que era el regalo que hacía Julio a sus enamoradas.
Dependiendo de cómo estuviera de estado de ánimo daba titulares francamente buenos, como cuando aseguraba que había estado con 3.000 mujeres. Luego reconoció que era una boutade, pero ahí quedo la cosa. Tanto impresionó esa declaración que incluso se llegaron a hacer listados con los hombres másjacaranodosos en el mundo del famoseo mundial masculino.
A julio esta publicidad no le molestaba porque, a punto de cumplir setenta años, y con el récord Guiness de ser el cantante latino que más discos ha vendido en el mundo, sigue organizando giras veraniegas como si estuviera al principio de su carrera. En uno de estos conciertos recientes, y ya en su camerino, tuvo su momento confesión. "La verdad es que no he sido buen amante. No me importa reconocerlo. Nunca tenía tiempo suficiente y siempre lo hacía con prisas", aseguró.
Julio Iglesias, una lección de veteranía y clase ante casi 5.000 personas en el auditorio IFA
Pasaban las diez de la noche de este sábado cuando el cantante latino que más discos ha vendido en la historia se presentaba ante casi cinco mil personas para cerrar el cartel de IFA Music 2013. Lo hacía al paso de su gira mundial por España, cinco años después de su última actuación en Alicante.
A sus sesenta y nueve cumplidos y concuarenta y tres años de carrera musical que le han valido, además del cariño de sus incondicionales seguidores, miles de premios y reconocimientos internacionales, en el auditorio de IFA se pudo ver a un Julio Iglesias bronceado, con traje oscuro y una elegante puesta en escena.
Con un sonido muy bueno y acompañado de cinco músicos y tres coristas, dejó claro que es el mismo de siempre, algo más cercano, si cabe; y dejó ver los mismos gestos al sujetar el micrófono, al mover el cable, al llevar la mano al traje o al sonreírle a las bailarinas.
"Buenas noches Alicante, buenas noches tierra bella". Así se presentaba en una noche en la que contó varias anécdotas y confesó lo mal que lo pasó al llegar al festival de Benidorm, donde al parecer no estaba en la lista inicial de participantes y no le iban a dejar entrar, hasta que alguien recordó que era ese repescado de última hora que decía que había jugado en el Real Madrid, por lo que supuso que su padre se habría encargado de enchufarle. Dijo que con momentos así de su vida se dio cuenta que "la vida es la vida y sus circunstancias", y por eso escribió "Me olvidé de vivir".
El artista español más internacionalmente conocido, que se ha atrevido a cantar en 20 idiomas distintos, bromeó con un público de varias generaciones y durante más de hora y media de concierto interpretó más de treinta canciones, tanto suyas como de amigos u otros artistas admirados por él.

El público, entregado, durante el concierto de Julio Iglesias. | Pedro M. Morcillo
Presentaba casi todas sus canciones y en ocasiones dirigía el micrófono al público que muy respetuoso guardaba silencio durante la actuación. Con "Me siento de aquí" animó a todos los españoles a seguir luchando e indicó que la salida ya está cerca.
Para dar comienzo a "Caruso", lo hizo mirando a las estrellas, envió un saludo a un gran amigo suyo, Luciano Pavarotti, de quien dijo que una vez le dejó una nota en su avión que decía: "Nos vemos en el cielo Julio".
Con la seguridad que dan más de cuarenta años sobre el escenario y la profesionalidad de unos músicos a los que hace suyos, entre los que según Julio se encuentra "uno de los mejores saxos del mundo", iba dirigiendo el volumen de las tres coristas y pausaba o aumentaba las notas de los músicos cual director de orquesta, para que supiesen aguantar sus tonos y sus terminaciones largas,casi a capela en las distintas versiones de sus propios temas.
Visiblemente emocionado con los aplausos que seguían a cada una de sus canciones y continuamente sonriéndole al público, confesó que "de haber sabido lo que ahora sé, claro que me hubiera gustado tener más novias" pero dijo entender que "El tiempo no es amigo de nadie, el tiempo no se para".
Reconoció que "en la Comunidad Valencianahay buena música, que de aquí han salido muchas bandas con música popular como las Habaneras de Torrevieja, y luego esa música cruza el charco y hace que nuestra tierra se escuche en América".
Aunque no faltaron canciones como "La gota Fría", "Natalie, Galicia", "Échame a mí la culpa", "Manuela", "De niña a mujer", o "La carretera", fue con el midley de "Abrázame","Hey" y "Me va" cuando provocó que todo el público se levantara de sus asientos, y que los más atrevidos se abarrotasen en los pasillos laterales y centrales, incluso a pie de escenario; a lo que el artista, lejos de molestarse, se crecía y sonriendo se golpeaba en el pecho para dar a entender a su público que el cariño que le estaban entregando era correspondido.
Cantando "Me va Alicante, me va Alicante, me va, me va" dio las gracias a todos por asistir y se alejó del escenario, pero tras los gritos de "Julio, Julio" no tardó en salir con "El corazón partío" para alegría de sus fans. Ya no había lugar para tristezas ni luces oscuras, tenía a todo el público a sus pies gritándole y sonriéndole; algunas voces gritaban "Quijote, Quijote" a lo que recitó alguna de sus estrofas para seguir con "La vida sigue igual" y "A mi manera".
Casi a punto de dar las doce de la noche, ya habían sonado "Amor, amor", "Mammy Blue", "Careless Whisper", "El amor", "Pobre diablo", "Vuela amigo", "Crazy", "All of you", "Por el amor de una mujer", "Can’t help falling in love", "La paloma" y "Derroche". Con la sonrisa de quien se siente pagado por el cariño recibido,se quitó la corbata y haciéndole un nudo la lanzó a un público a estas alturas ya muy animado que pudo bailar la versión más movida de "Me va".
"Gracias Alicante por creer en mí, por darme tantos años", concluyó el cantante.
8 jul 2013
Julio Iglesias vuelve a la ciudad que lo vio triunfar con 'La vida sigue igual'

Julio Iglesias: “Sin la música mi vida sería aburrida”

Por eso Julio hizo caso de los consejos de Isabel cuando le recomendó que no dudara en alojarse en el Sha Wellness Clinic de Altea la víspera de su concierto el pasado sábado en Elche. A fin de cuentas Preysler sabía lo que hacía dado que ella también estuvo pasando una semana en esta clínica de salud macrobiótica hace apenas un par de meses y desde entonces no para de recomendar unas “vacaciones saludables” a todas sus amistades. Y lo que es la vida, si Julio hubiera llegado apenas una semana antes habría coincidido con su colega Barbra Streissand que viajó desde los Estados Unidos junto a su amiga la diseñadora Dona Karan.
Para Julio la salud es lo realmente importante. Tras su emotivo concierto ante cerca de 3.500 personas me comentó que está machacado, que le duelen las piernas, que le faltan dos meses para cumplir 70 años, que tiene una agenda completa con actuaciones por todo el mundo pero que sin la música “mi vida sería muy aburrida”.
Volver a Alicante es volver a sus orígenes, al Festival de Benidorm, a cuando su padre se empeñaba en hacer que le escucharan y él componía sus primeras canciones hoy todas exitos de ventas. Por eso en todas sus actuaciones Iglesias le dedica “Un canto a Galicia” a su difunto padre. Por cierto el artista y su familia están instalados en su casa de Ojén que el verano pasado casi fue pasto de las llamas. Durante todos estos meses se ha trabajado a conciencia para volver a darle el aspecto que tenía tras arder casi todo el terreno. Una inversión muy cuantiosa que Iglesias no dudó en realizar para seguir disfrutando con los suyos de sus meses en España.