Dos estrellas brillaron juntas

Es siempre uno de los artistas más esperados. Julio Iglesias, el cantante latino que más discos ha vendido en la historia, ofreció ayer un concierto en los Jardines de Abril de Sant Joan d'Alacant. Para muchas de las poco más de mil privilegiados que agotaron las localidades, ofreció el concierto de su vida. 

 Desde las 21 horas, cuando se abrieron las puertas del cóctel previo a la actuación, público de tres generaciones conversaban en corrillo sobre lo que sucedería después. Unos prefiriendo las canciones más modernas, otros repasando los clásicos, pero todos con la vista puesta hacia la zona final del recinto, esperando ya que comenzara el espectáculo.

Sin embargo, la noche que parecía tranquila y en calma para disfrutar de uno de los mejores artistas de todos los tiempos se vio truncada por la aparición de otra estrella, en este caso, del deporte. El tenista Rafael Nadal, hasta hace un mes número uno del mundo y actualmente recuperándose de una lesión, se desplazó hasta Alicante para asistir al concierto del conocido cantante. 

 Tras esta escena, en un constante hormigueo se fueron desplazando los presentes hasta alcanzar sus localidades y, poco a poco, el ambiente en torno al escenario fue creciendo hasta que apareció Julio Iglesias. Pasaban unos minutos de las 22.30 horas, el punto marcado de inicio, y los aplausos comenzaron con fuerza para no decaer en lo que restaba de actuación.Amable, cercano y simpático, el tenista pasó por la zona donde se servía el cóctel en los amplios jardines de la finca, donde firmó algunos autógrafos y posó para las fotografías que le pedían algunos de sus seguidores.

 Posteriormente, de nuevo se dirigió al público para añadir que «guarda un bonito recuerdo de Alicante porque fue donde comenzó todo», en referencia al Festival de Benidorm, donde se hizo conocido cuando ganó el certamen con su mítica 'La vida sigue igual'. No pudo resistirse y saludó al tenista expresando que «todos los españoles estamos orgullosos de ti».«Buenas noches Alicante. Muchas gracias» fueron las palabras con las que el artista latino que más discos ha vendido en la historia saludó a los espectadores justo tras arrancar su variado repertorio con la canción 'Amor, amor, amor'. Romántico en todo momento, versátil según el tono y, sobre todo, íntimo con el público, dado que la cercanía al escenario invitaba a ello, se lanzó de lleno a interpretar un completo repertorio de casi una veintena de canciones. 

 Tras algunos temas destacados que arrancaron fuertes aplausos entre los presentes, muchos y, sobre todo, muchas mujeres que no dudaban en lanzar algunos regalos al escenario para que fueran recogidos por el artista, que se mostró agradecido en sus gestos.

 Canciones como 'La Gota Fría', 'Un canto a Galicia', 'Échame a mí la culpa', 'Me olvidé de vivir' o 'La vida sigue igual' estuvieron entre las más aclamadas de la noche, aunque el momento que, probablemente, más gustó al respetable fue un popurrí con los estribillos de algunas de sus canciones más reconocidas, entre las que sonaron 'Abrázame' o 'Hey'. 

El completo elenco de músicos, bailarines y, sobre todo, el gran trabajo del equipo de escenografía consiguieron que la luz y el sonido acompañaran a cada cambio de tono del repertorio, donde Iglesias pudo repasar todos los estilos que su amplia discografía ha ofrecido a su público en todos los rincones del planeta. Uno sobre el escenario mostrando el por qué son más de cuarenta años en la música y otro en las butacas, aplaudiendo animoso como los 1.200 asistentes. 

Dos estrellas brillaron ayer en Alicante