Julio Iglesias y el pibón...
Me encanta conducir... sin prisa... contemplando los floridos paisajes de este junio primaveral... Me encanta abrir la capota... y sentir el aire arremolinando mi pelo... Me encanta bajar la ventanilla y sacar el brazo... estirándolo... dejando que el viento lo haga oscilar... levemente... de arriba a abajo...
Así estaba el domingo pasado... encantado durante el regreso de un corto viaje a la Granada Nazarí...
Sonaron los clásicos de "carretera": Steppenwolf, Van Morrison, Lynyrd Skynyrd, Canned Hit... Pero mi acompañante prefería otros clásicos... y en su lista el primero era el hijo del Doctor Iglesias Puga (lo cual, dado su perfil, no era nada "raro, raro, raro...").
En fin, allí estaba: conduciendo por tierras manchegas bajo los efectos de la voz melodiosa de nuestro más internacional y -por causas naturales- decrépito latin lover.
Formado en el pop británico de los 80 (Smiths, U2, The Cure...), nunca había prestado mucha atención a las letras del papá de Chábeli... pero cuando escuché, a mis ya casi cuarenta años, "Soy un truhán..." empecé a notar ciertos paralelismos... que me alertaron... y me alarmaron.
Empecé detectando ciertos matices familiares en la primera estrofa...
Me gustan las mujeres, me gusta el vino,
y si tengo que olvidarlas, bebo y olvido.
No podía estar más de acuerdo; y es que a mi también me pasa; y cada vez más intensamente... Bueno, no hay de qué preocuparse: serán las cosas de la edad, pensé. Pero llegó la segunda...
Mujeres en mi vida hubo que me quisieron,
pero he de confesar que otras también me hirieron.
Pero de cada momento que yo he vivido
saqué sin perjudicar el mejor partido.
Bueno... aquí la cosa estaba complicándose: parecía que el cantante juliano se estaba inspirando en mi vida... ¿o era al revés? Me sentía como si estuviese viviendo un misterioso "rendez vous" (¿o quizás es un "déjà vu"?). Bueno... seguro que es mera casualidad...
La siguiente canción de la eclesial recopilación era "Quijote":
Soy de aquellos que sueñan con la libertad
Y me gustan las gentes que son de verdad
Pues en la primera frase "me ha clavado"... y así me va con los sueños de libertad... y en la segunda, pues "mayormente", que diría el "Fiti".
ser bohemio, poeta y ser golfo, me va
Bueno... quizás sí un poco bohemio, muy poco o nada poeta y... golfo... lo que se dice golfo, solo un poquito, pero de mar... y sin "maldá"
Soy feliz con un vino y un trozo de pan
y también. ¡cómo no!, con caviar y champán
Pues sí, ¿para qué negarlo?: dame pan (y vino), y llámame tonto... Aunque también me gusta lo bueno... el jamón de pata negra... unas gambitas a la plancha... el Albariño... Todo muy "typical spanish"... porque de hecho, como hace el padre del famoso Julio José, también presumo de ser español donde voy...
... y me conformo con nada, con todo, y con más.
En realidad lo quiero todo, aunque casi siempre acabo con nada... En fin... otro "rendez vous"... y ya van dos. Mmm... ¿Habrá un tercero?
Pues lo hubo... con "El Bamboleo"
El potro da tiempo al tiempo
porque le sobra la edad
caballo viejo no puede
perder la flor que le dan
porque después de esta vida
no hay otra oportunidad
Madre del amor hermoso: es que me siento igualico que el "caballo viejo"... viviendo la segunda mitad de la vida... sintiendo que esto se acaba... tratando de disfrutar al máximo los resquicios de la vida... No puede ser... ¡No puede ser!
Al escuchar la siguiente... mis dudas se disiparon: no es que me sienta... es que SOY el "caballo viejo".
Y si una potra alazana
caballo viejo se encuentra
el pecho se le desgrana
y no hace caso a falseta
y no le obedece a un freno
ni lo para falsa rienda
Sentenciado, empecé a darme cuenta de mi realidad, de mi equina y verdadera realidad... y sollocé... mientras una inoportuna lagrimita se esbozaba en mi ojo...
Para mi alivio, el viaje concluyó; y con él, los musicales "déjà vu" en la tercera fase.
El lunes, en el café matinal, me encontré a mi viejo amigo D. Como somos antiguos camaradas, le hice una confidencia personal: había pasado el fin de semana en Granada. Con curiosidad malsana e indiscreta, me preguntó:
-"¿Y con quién has ido?".
Su impertinente interés me sorprendió con la guardia baja... así que solo se me ocurrió responderle:
- "Pues con Julio Iglesias... y un pibón."
Autor:http://monoloblogs.spaces.live.com/blog/cns!FB6654E06F1E2F3A!463.entry
30 ago 2008
Julio Iglesias regresará a la Argentina
El cantante español Julio Iglesias regresará al país en octubre, en el marco de la gira mundial con la que celebra sus 40 años de trayectoria.El artista, que en reiteradas oportunidades calificó al país como "su segunda casa", repasará los máximos éxitos de su extensa carrera.
En principio, serán dos los conciertos que Iglesias llevará a cabo en el estadio Luna Park, aunque no se descarta que se sumen nuevos shows a la especial celebración.Las funciones confirmadas hasta el momento serán los días 17 y 18 de octubre en el predio de Corrientes y Bouchard.Según las noticias que llegan desde España, en donde el artista melódico se encuentra actualmente realizando un tour de presentaciones, el repertorio del nuevo espectáculo tendrá hits de distintas épocas.Entre ellos "Quijote", "Ni te tengo ni te olvido", "Natalie", "Échame a mí la culpa", "Manuela", "La gota fría", "Me va, me va" y "De niña a mujer".
En principio, serán dos los conciertos que Iglesias llevará a cabo en el estadio Luna Park, aunque no se descarta que se sumen nuevos shows a la especial celebración.Las funciones confirmadas hasta el momento serán los días 17 y 18 de octubre en el predio de Corrientes y Bouchard.Según las noticias que llegan desde España, en donde el artista melódico se encuentra actualmente realizando un tour de presentaciones, el repertorio del nuevo espectáculo tendrá hits de distintas épocas.Entre ellos "Quijote", "Ni te tengo ni te olvido", "Natalie", "Échame a mí la culpa", "Manuela", "La gota fría", "Me va, me va" y "De niña a mujer".
A Julio ´le va, le va, Tenerife´

El artista, tras su primera canción, quiso recordar a "esos canarios bellísimos" que perdieron la vida en el accidente de Barajas
M.A. AUTERO SANTA CRUZ DE TENERIFE El cantante español más internacional, Julio Iglesias, actuó anoche ante más de 11.000 espectadores en Santa Cruz de Tenerife. El escenario escogido fue el Centro Internacional de Ferias y Congresos de Tenerife, que casi se llenó de seguidores del artista que, desde las gradas, las sillas frente al escenario o la zona habilitada para la zona de pie, no dejaron de cantar y vibrar a cada frase de Julio y a cada éxito que interpretaba.
El Recinto Ferial contó para esta velada con una iluminación y sonido elegidos por el propio artista, que ofreció más de dos horas de concierto donde Julio Iglesias volvió a traer a la Isla su repertorio de nuevas, pero también clásicas canciones, de una discografía realizada durante 40 años, porque en 2008, el cantante cumplirá 40 años sobre los escenarios, desde que aquel joven que iba para portero del Real Madrid decidiera dar un giro hacia el mundo de la canción tras una lesión.
Julio Iglesias volvió anoche a visitar Tenerife de la mano de Rolo Producciones y patrocinado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través de su programa Santa Cruz + Viva y el Cabildo Insular de Tenerife. Pero antes de que Julio Iglesias saltara sobre el escenario actuó Anissa Gathers, que ha sustituido recientemente a Xiomara Laugart para encarnar a la mítica reina de la salsa, Celia Cruz. Con un estruendoso ¡Azúcaaaaar!, la artista interpretó dos temas de la recordada artista cubana para calentar los motores del respetable que prácticamente ya había ocupado casi todas las plazas en las gradas y la sillería.
Luego le tocó el turno a Julio Iglesias, quien no dudó en recordarle a quienes habían asistido a verle y, sobre todo escucharle, que Tenerife y Canarias es "uno de los rincones de España que siempre llevo en mi corazón, porque en esta tierra me siento como en mi casa". Y es que al sempiterno Julio, "le va Tenerife", como recordó en los intervalos que precedían a cada canción.
Cuando el artista terminó de interpretar su primera canción y dijo que "esta noche quiero recordar a esos canarios bellísimos que desgraciadamente han perdido la vida hace tres días" el público le respondió con una sonada ovación y se ganó, de ahí hasta el final de la noche, el corazón de todos. Julio no perdió la ocasión, antes de su tercer tema, para decir que "quiero decirles algo que muchos no saben y es que, hace muchos años, cuando yo era un chaval, venía mucho a veranear a Tenerife: me encanta esta Isla, los tinerfeños y los canarios", pudo escuchársele antes de que el público tapara su voz con los aplausos.
Y no hubo dos sin tres, ni tres sin cuatro ni cuatro sin cinco... las veces que el artista hacía referencia a la Isla hasta que llegó eso de "Tenerife, me va, me va, me va!".
M.A. AUTERO SANTA CRUZ DE TENERIFE El cantante español más internacional, Julio Iglesias, actuó anoche ante más de 11.000 espectadores en Santa Cruz de Tenerife. El escenario escogido fue el Centro Internacional de Ferias y Congresos de Tenerife, que casi se llenó de seguidores del artista que, desde las gradas, las sillas frente al escenario o la zona habilitada para la zona de pie, no dejaron de cantar y vibrar a cada frase de Julio y a cada éxito que interpretaba.
El Recinto Ferial contó para esta velada con una iluminación y sonido elegidos por el propio artista, que ofreció más de dos horas de concierto donde Julio Iglesias volvió a traer a la Isla su repertorio de nuevas, pero también clásicas canciones, de una discografía realizada durante 40 años, porque en 2008, el cantante cumplirá 40 años sobre los escenarios, desde que aquel joven que iba para portero del Real Madrid decidiera dar un giro hacia el mundo de la canción tras una lesión.
Julio Iglesias volvió anoche a visitar Tenerife de la mano de Rolo Producciones y patrocinado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través de su programa Santa Cruz + Viva y el Cabildo Insular de Tenerife. Pero antes de que Julio Iglesias saltara sobre el escenario actuó Anissa Gathers, que ha sustituido recientemente a Xiomara Laugart para encarnar a la mítica reina de la salsa, Celia Cruz. Con un estruendoso ¡Azúcaaaaar!, la artista interpretó dos temas de la recordada artista cubana para calentar los motores del respetable que prácticamente ya había ocupado casi todas las plazas en las gradas y la sillería.
Luego le tocó el turno a Julio Iglesias, quien no dudó en recordarle a quienes habían asistido a verle y, sobre todo escucharle, que Tenerife y Canarias es "uno de los rincones de España que siempre llevo en mi corazón, porque en esta tierra me siento como en mi casa". Y es que al sempiterno Julio, "le va Tenerife", como recordó en los intervalos que precedían a cada canción.
Cuando el artista terminó de interpretar su primera canción y dijo que "esta noche quiero recordar a esos canarios bellísimos que desgraciadamente han perdido la vida hace tres días" el público le respondió con una sonada ovación y se ganó, de ahí hasta el final de la noche, el corazón de todos. Julio no perdió la ocasión, antes de su tercer tema, para decir que "quiero decirles algo que muchos no saben y es que, hace muchos años, cuando yo era un chaval, venía mucho a veranear a Tenerife: me encanta esta Isla, los tinerfeños y los canarios", pudo escuchársele antes de que el público tapara su voz con los aplausos.
Y no hubo dos sin tres, ni tres sin cuatro ni cuatro sin cinco... las veces que el artista hacía referencia a la Isla hasta que llegó eso de "Tenerife, me va, me va, me va!".
Julio deja huella
El concierto del cantante latino más internacional vuelve a poner El Puerto en el punto de mira de la crónica social.
“Encantador y nada divo”. Así define María, una de las afortunadas poseedoras de un pase VIP ‘After Show’ para el concierto de Julio Iglesias, al popular cantante que en la noche del martes levantó pasiones en la Plaza de Toros de El Puerto. Como ella fueron muchos los seguidores del cantante que quisieron acercarse a saludarlo tras su actuación. Uno de los primeros en felicitar a su amigo fue el compositor Manuel Alejandro, con melena blanca y camisa azul celeste, que siempre discreto no se hizo notar a lo largo del concierto a pesar de que como el propio Julio anunció sobre el escenario la actuación le iba dedicada. No en vano ha sido y es el compositor favorito de Julio Iglesias, que se encargó de ensalzar su talento ante los más de 6.000 espectadores que casi llenaban el aforo.
Otra de las personas que pudo acercarse a saludar al cantante fue Mercedes Valimaña, quien fuera una de las integrantes del trío Lá-lá-lá y que en los inicios de su carrera tuvo la fortuna de compartir escenario con Julio Iglesias. “No sé si se acordará de mí” —comentaba antes del concierto—, pero claro que Julio se acordaba y la saludó muy cariñoso. El cantante atendía a sus seguidores en un pequeño camerino improvisado mientras que en una antesala del recinto jugaban sus hijos pequeños que junto a la compañera del cantante, Miranda, fueron el centro de muchas de las miradas de la noche del martes, cuando hicieron su aparición en el patio de butacas los niños todos vestidos de blanco y Miranda con el pelo recogido, rebeca salmón y falda larga. Encantadora, no tuvo reparos en saludar a todos los tendidos y salió discretamente con sus hijos poco antes del final de la actuación.
“Encantador y nada divo”. Así define María, una de las afortunadas poseedoras de un pase VIP ‘After Show’ para el concierto de Julio Iglesias, al popular cantante que en la noche del martes levantó pasiones en la Plaza de Toros de El Puerto. Como ella fueron muchos los seguidores del cantante que quisieron acercarse a saludarlo tras su actuación. Uno de los primeros en felicitar a su amigo fue el compositor Manuel Alejandro, con melena blanca y camisa azul celeste, que siempre discreto no se hizo notar a lo largo del concierto a pesar de que como el propio Julio anunció sobre el escenario la actuación le iba dedicada. No en vano ha sido y es el compositor favorito de Julio Iglesias, que se encargó de ensalzar su talento ante los más de 6.000 espectadores que casi llenaban el aforo.
Otra de las personas que pudo acercarse a saludar al cantante fue Mercedes Valimaña, quien fuera una de las integrantes del trío Lá-lá-lá y que en los inicios de su carrera tuvo la fortuna de compartir escenario con Julio Iglesias. “No sé si se acordará de mí” —comentaba antes del concierto—, pero claro que Julio se acordaba y la saludó muy cariñoso. El cantante atendía a sus seguidores en un pequeño camerino improvisado mientras que en una antesala del recinto jugaban sus hijos pequeños que junto a la compañera del cantante, Miranda, fueron el centro de muchas de las miradas de la noche del martes, cuando hicieron su aparición en el patio de butacas los niños todos vestidos de blanco y Miranda con el pelo recogido, rebeca salmón y falda larga. Encantadora, no tuvo reparos en saludar a todos los tendidos y salió discretamente con sus hijos poco antes del final de la actuación.
Julio triunfa en el agosto de El Puerto

Julio triunfa en el agosto de El Puerto
Con sus cuarenta años de leyenda a las espaldas se reencontró el pasado martes por la noche Julio Iglesias con el público andaluz. Varias generaciones de incondicionales del cantante español más universal abarrotaron las gradas, los tendidos y el albero de la plaza de toros de El Puerto de Santa María, acallando así alguna crítica malintencionada en la que se cuestionaba el indudable tirón popular del artista. Julio agotó el papel en el coso portuense y sólo se quedaron sin vender algunas localidades de tendido.
La velada arrancaba con un clásico: «Quijote», de su album «Momentos». El público saludó con gritos y vítores la salida del cantante, que vestía, como es costumbre en cada concierto, traje, chalequillo y corbata negros, y camisa blanca. Ovación que subió de tono cuando llegó a la estrofa: «que presume de ser español donde va». Los clásicos fueron salpicando la actuación: «Me va, me va», «El amor», «Manuela», «Soy un truán, soy un señor», «Hey»... ante el delirio de un público entregado.
Entre tema y tema, Julio mantuvo un contacto fluido con el respetable, al que llegó a confesar que la excesiva humedad le producía calambres en los oídos. El cantante estuvo cercano. Habló hasta de los Juegos Olímpicos de Pekín, que reconoció sigue con avidez, sobre todo la participación española, con especial atención a Rafa Nadal, «que es un fenómeno». La complicidad fue a más y después de elogiar a una de las cantantes del coro, bromeó diciendo que «ustedes pensarán que he tenido algo con ella, y están en lo cierto, pero sólo en mi mente». Ya en la recta final, hasta en tres ocasiones se vio obligado a regresar al escenario el cantante, ante la petición de un público enfervorizado que llegó a sortear la seguridad privada y se plantó delante del escenario, para estar más cerca de su ídolo. La puja por la chaqueta sirvió para constatar que el cantante se había dejado la piel. Así, «Crazy», «Que no se rompa la noche» y «Me va, me va» acabaron por satisfacer a las miles de personas que se fueron, tras casi dos horas, convencidas de que hay Julio para rato, que como artista es inmortal y que a las cuarenta primaveras sobre los escenarios de todo el mundo le seguirá, si Dios quiere, la gira del 50 aniversario, y que posiblemente se lo contemos también desde el El Puerto, donde el artista logró salir el martes por la noche por la puerta grande.
La velada arrancaba con un clásico: «Quijote», de su album «Momentos». El público saludó con gritos y vítores la salida del cantante, que vestía, como es costumbre en cada concierto, traje, chalequillo y corbata negros, y camisa blanca. Ovación que subió de tono cuando llegó a la estrofa: «que presume de ser español donde va». Los clásicos fueron salpicando la actuación: «Me va, me va», «El amor», «Manuela», «Soy un truán, soy un señor», «Hey»... ante el delirio de un público entregado.
Entre tema y tema, Julio mantuvo un contacto fluido con el respetable, al que llegó a confesar que la excesiva humedad le producía calambres en los oídos. El cantante estuvo cercano. Habló hasta de los Juegos Olímpicos de Pekín, que reconoció sigue con avidez, sobre todo la participación española, con especial atención a Rafa Nadal, «que es un fenómeno». La complicidad fue a más y después de elogiar a una de las cantantes del coro, bromeó diciendo que «ustedes pensarán que he tenido algo con ella, y están en lo cierto, pero sólo en mi mente». Ya en la recta final, hasta en tres ocasiones se vio obligado a regresar al escenario el cantante, ante la petición de un público enfervorizado que llegó a sortear la seguridad privada y se plantó delante del escenario, para estar más cerca de su ídolo. La puja por la chaqueta sirvió para constatar que el cantante se había dejado la piel. Así, «Crazy», «Que no se rompa la noche» y «Me va, me va» acabaron por satisfacer a las miles de personas que se fueron, tras casi dos horas, convencidas de que hay Julio para rato, que como artista es inmortal y que a las cuarenta primaveras sobre los escenarios de todo el mundo le seguirá, si Dios quiere, la gira del 50 aniversario, y que posiblemente se lo contemos también desde el El Puerto, donde el artista logró salir el martes por la noche por la puerta grande.
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