23 abr 2012
Julio Iglesias: regresa el más grande seductor
Es uno de los diez mayores vendedores de discos en la historia de la música mundial: nada más y nada menos que 350 millones. Está cumpliendo sus 44 años en el escenario y tiene programado sumar entre 90 y 100 conciertos para festejarlo. Esta noche Mendoza pasará a la historia ya que será sede de uno de ellos.
Hablamos de Julio Iglesias: el más grande cantante de voz hispana, la leyenda romántica que llevará su voz hasta el estadio Arena Maipú; en un show que repasará sus principales canciones, y que presentará en escena bailarines además de los músicos.
El cantante español viene de dar cuatro conciertos en Chile, y uno en Buenos Aires (fue antenoche, en el Luna Park). Su gira comprende la presentación del segundo volúmen de “1”, su último trabajo editado por Sony Music. Se trata de un doble CD, con canciones en inglés y español, y en el que el cantante y compositor recrea muchos de los temas que le han convertido en uno de los artistas más emblemáticos de todos los tiempos.
Durante su contacto con la prensa porteña, contó que en este viaje lo acompaña un periodista junto al que dará forma a un video documental sobre su gira y haciendo hincapié en su larga relación con las ciudades que está visitando en este tour, que seguirá con Paraguay, Perú, Venezuela, y más tarde Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Hungría y Rumania.
Manifestó sentirse apasionado y adicto a los escenarios y destacó su deseo de poder quedarse más tiempo en los distintos lugares del mundo.
El conquistador seducido
Quienes tuvieron oportunidad de verlo en esta gira, aseguran que a sus 68 años luce tan guapo como siempre: tostado, vestido de blanco, con su sello registrado de mocasines negros y una amplia sonrisa. Su inconfundible voz y su personalidad seductora lo hacen -en su madurez- un artista consagrado, eterno, una leyenda viva de la música romántica.
Afirma que lleva una vida disciplinada: corre, juega al tenis, bebe con moderación, y que, aunque no es fácil, no podría hacer lo que hace sin cuidarse, ya que “si yo no canto, me muero”. Afirma que el ejercicio de la voluntad es el más aburrido del ser humano, pero el que más te mantiene vital “La cabeza se llena de sangre cuando el corazón palpita perfectamente y no tiene cargado su sistema”.
En su paso por Mendoza, y luego de haber pernoctado a principios de semana en una estancia del pedemonte, dialogó con Estilo.
-¿Cómo te recibió Buenos Aires?
- El del Luna Park fue un concierto muy bonito, me encantó, fue muy emocionante. En una circunstancia muy especial (se refiere a la disputa por YPF, entre Argentina y España), la gente entendió mi cariño por Argentina.
-¿Sos consciente del fenómeno que representás?
-Soy consciente de que estoy vivo y que tengo una vida privilegiada. Me gusta mucho sentirme vivo en el escenario, la pasión no se ha muerto en mi vida, cabeza y corazón están más juntos que antes y que no puedo vivir sin cantar. Amo cantar.
- ¿Nunca pasó por tu cabeza el deseo de retirarte?
-¡No, hombre!, yo sé que algún día me van a retirar. Si fuera por mí, cantaría hasta la tumba.
-¿Qué sueños te quedan por cumplir?
-Yo hace ya 40 años que no sueño. Hago proyectos, aunque a veces es difícil ejecutarlos. Soñar es muy fácil, lo más sencillo de la vida.
-¿Qué proyecto nos podés contar?
-Vivir 25 años más, es el proyecto justamente más complicado de todos los que he tenido en mi vida. Cuando vaya a Mendoza, en lugar de beberme dos botellas de un Catena, o de un buen Malbec, solamente me tomaré media.
-¿Tenés miedos?
-Los miedos cambian con el tiempo. Yo no me siento con miedo. Me acuesto con miedo. El miedo a no despertarme.
-¿Cómo es Julio en la intimidad de su hogar?
-En la intimidad de mi hogar soy íntimo. Mi vida social casi ya no existe. Tengo una familia maravillosa que es toda mi vida social; y después: el escenario, que es mi vida pública. ¿El resto?: invitaciones, premios... Ya no me gusta, no voy.
-¿Hay algún lugar en especial donde quisieras pasar los últimos años de tu vida?
-Yo voy a pasar los últimos años de mi vida en cualquier lugar. Y donde me toque me va a tocar. Porque los viajeros somos trashumantes: del país donde nacemos, pero pertenecemos al lugar donde estamos en ese momento. Sólo sé que me gustaría estar con mi mujer y mis hijas.
-¿Qué piensa Julio Iglesias de las mujeres?
-Me encantan las mujeres y he aprendido muchísimo de ellas. Al ser papá de 8 hijos he aprendido la más grande generosidad de un ser humano: la maternidad. Amo a la mujer profundamente, la respeto, y soy amigo de ella. En toda mi vida he sido mucho más amigo de la mujer que del hombre. Pienso que es superior al hombre. La mujer da a luz, da vida. No hay amor más profundo que el de una mamá a un hijo, normalmente.
-Has tenido muchas mujeres, ¿hoy por dónde pasa la belleza que encontrás en ellas?
-He tenido muchos amores, pero no muchas mujeres. Su belleza hoy la encuentro en sus ojos, la relación entre su espíritu y su cabeza, su mirada. Hay muchas cosas que me fascinan, especialmente su generosidad. Claro que me gustan las guapas, pero hay chicas que no han interesado tanto a la prensa, aunque yo las he encontrado guapas también.
-¿Cómo es ser papá de un niño de 4 años y también de otro de casi 40?
-Mi hija de casi 40 me ve sin edad, el de 4 me ve sin edad; pero el de 14 sabe que no soy joven. Mis hijos más pequeños son una joya. El pequeñito piensa que tengo 30 años y le gustan hasta mis canciones.
-¿Cómo es tu relación con el vino?
-Tengo una bodega con amigos en España, en la Ribera del Duero: “Montecastro”; cuya cosecha 2006 ha sido el mejor de la Ribera del año y, el del 2009, va a ser una joya. No importa mucho el vino si no te lo bebes.
-¿Te gusta el vino argentino?
-Me gusta mucho el Malbec, me gusta la viña, los ‘90 de Mendoza, los 2000 tienen que esperar un poco. A mí me empieza a gustar el vino cuando tiene ya 15 años. Si no tiene esa edad al vino lo tomo como si fuera un extranjero: no hablo su idioma. Empiezo a hablar el idioma de ellos, y su cultura, cuando tienen de 12 a 15 años. Llevo 45 años comprando vinos, desde los años ‘60. He comprado grandes vinos que no valían 20 dólares, y ahora no tienen precio. Esos son los que me alegran la vida porque me los imaginé 14 años después. Argentina está empezando a hacer grandes vinos; Chile también. Hay que apostar por los vinos jóvenes: entenderlos, saberlos, buscarlos, conocer a los enólogos y al dueño. El vino es una historia muy bonita, muy ancestral. El que tiene vino debe estar enamorado de su viña, no se puede querer vino porque está de moda tener una viña.
-¿Escuchás música, leés libros?
-No. Me gustan los libros, pero no me gusta escuchar más música que la de los Beatles, Sinatra, Presley, la de los que están más vivos que antes.
-¿Tenés tiempo para leer?
-Bueno yo estuve tres años en una cama y he leído muchísimo: desde Sófocles hasta Cicerón. Alguna vez un libro nuevo, frases de Saramago. He leído a Borges, Neruda, García Márquez, las novelas de Justiniano, los clásicos, los grandes creadores, ... “El Quijote” de Cervantes. Ahora leo muchos periódicos y, sobre todo, leo ojos: los ojos de la gente. Alejandra Navarría - anavarria@losandes.com.ar
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