En lo que va de este 2012 Julio Iglesias ya se ha contratado dos veces para presentarse en eventos privados en nuestro país, ambos ligados a la alta política nacional con sus inevitables toques de farándula que ya viene automáticamente de la mano con ese sector. No es barato hacer esto, evidentemente no es redituable y definitivamente no es el artista que más va a prender una fiesta. Nadie, de quienes lo vimos este fin de semana, por ejemplo, podemos negar que el hombre sigue de pie con un repertorio mucho más largo de lo que uno imaginaría. Hay que decir que entre varios comentamos que sí tuvo sus momentos en los que nos preocupaba perderlo un poco. Por eso se comprende porque de pronto aparecían las letras de las canciones en su mano y que los presentes tenían que hacer un esfuerzo por entender algunas de sus palabras, sobre todo en sus largos discursos motivacionales.
Pero de algo no hay duda, lo que representa el español es mucho más allá que un buen show ¿Por qué traer a Julio Iglesias a tu boda o a tu aniversario? Porque te asegura un dejo de estatus, de aquellos que aparecen en las portadas de las revistas del viejo continente. De esos que aún son lo que más buscan cierto grupo de mexicanos poderosos y famosos. Es representación de un México que, con los eventos actuales, cada día queda más claro que se fue. Pero hay quien se aferra. Y les funciona muy bien. Además, si estamos hablando de un buen show, ¿cuántas veces se puede ver a Carlos Salinas de Gortari coreando “A mi manera” desde su asiento al unísono con una estrella internacional?
4 abr 2012
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