Pasaban las diez de la noche de este sábado cuando el cantante latino que más discos ha vendido en la historia se presentaba ante casi cinco mil personas para cerrar el cartel de IFA Music 2013. Lo hacía al paso de su gira mundial por España, cinco años después de su última actuación en Alicante.
A sus sesenta y nueve cumplidos y concuarenta y tres años de carrera musical que le han valido, además del cariño de sus incondicionales seguidores, miles de premios y reconocimientos internacionales, en el auditorio de IFA se pudo ver a un Julio Iglesias bronceado, con traje oscuro y una elegante puesta en escena.
Con un sonido muy bueno y acompañado de cinco músicos y tres coristas, dejó claro que es el mismo de siempre, algo más cercano, si cabe; y dejó ver los mismos gestos al sujetar el micrófono, al mover el cable, al llevar la mano al traje o al sonreírle a las bailarinas.
"Buenas noches Alicante, buenas noches tierra bella". Así se presentaba en una noche en la que contó varias anécdotas y confesó lo mal que lo pasó al llegar al festival de Benidorm, donde al parecer no estaba en la lista inicial de participantes y no le iban a dejar entrar, hasta que alguien recordó que era ese repescado de última hora que decía que había jugado en el Real Madrid, por lo que supuso que su padre se habría encargado de enchufarle. Dijo que con momentos así de su vida se dio cuenta que "la vida es la vida y sus circunstancias", y por eso escribió "Me olvidé de vivir".
El artista español más internacionalmente conocido, que se ha atrevido a cantar en 20 idiomas distintos, bromeó con un público de varias generaciones y durante más de hora y media de concierto interpretó más de treinta canciones, tanto suyas como de amigos u otros artistas admirados por él.
Presentaba casi todas sus canciones y en ocasiones dirigía el micrófono al público que muy respetuoso guardaba silencio durante la actuación. Con "Me siento de aquí" animó a todos los españoles a seguir luchando e indicó que la salida ya está cerca.
Para dar comienzo a "Caruso", lo hizo mirando a las estrellas, envió un saludo a un gran amigo suyo, Luciano Pavarotti, de quien dijo que una vez le dejó una nota en su avión que decía: "Nos vemos en el cielo Julio".
Con la seguridad que dan más de cuarenta años sobre el escenario y la profesionalidad de unos músicos a los que hace suyos, entre los que según Julio se encuentra "uno de los mejores saxos del mundo", iba dirigiendo el volumen de las tres coristas y pausaba o aumentaba las notas de los músicos cual director de orquesta, para que supiesen aguantar sus tonos y sus terminaciones largas,casi a capela en las distintas versiones de sus propios temas.
Visiblemente emocionado con los aplausos que seguían a cada una de sus canciones y continuamente sonriéndole al público, confesó que "de haber sabido lo que ahora sé, claro que me hubiera gustado tener más novias" pero dijo entender que "El tiempo no es amigo de nadie, el tiempo no se para".
Reconoció que "en la Comunidad Valencianahay buena música, que de aquí han salido muchas bandas con música popular como las Habaneras de Torrevieja, y luego esa música cruza el charco y hace que nuestra tierra se escuche en América".
Aunque no faltaron canciones como "La gota Fría", "Natalie, Galicia", "Échame a mí la culpa", "Manuela", "De niña a mujer", o "La carretera", fue con el midley de "Abrázame","Hey" y "Me va" cuando provocó que todo el público se levantara de sus asientos, y que los más atrevidos se abarrotasen en los pasillos laterales y centrales, incluso a pie de escenario; a lo que el artista, lejos de molestarse, se crecía y sonriendo se golpeaba en el pecho para dar a entender a su público que el cariño que le estaban entregando era correspondido.
Cantando "Me va Alicante, me va Alicante, me va, me va" dio las gracias a todos por asistir y se alejó del escenario, pero tras los gritos de "Julio, Julio" no tardó en salir con "El corazón partío" para alegría de sus fans. Ya no había lugar para tristezas ni luces oscuras, tenía a todo el público a sus pies gritándole y sonriéndole; algunas voces gritaban "Quijote, Quijote" a lo que recitó alguna de sus estrofas para seguir con "La vida sigue igual" y "A mi manera".
Casi a punto de dar las doce de la noche, ya habían sonado "Amor, amor", "Mammy Blue", "Careless Whisper", "El amor", "Pobre diablo", "Vuela amigo", "Crazy", "All of you", "Por el amor de una mujer", "Can’t help falling in love", "La paloma" y "Derroche". Con la sonrisa de quien se siente pagado por el cariño recibido,se quitó la corbata y haciéndole un nudo la lanzó a un público a estas alturas ya muy animado que pudo bailar la versión más movida de "Me va".
"Gracias Alicante por creer en mí, por darme tantos años", concluyó el cantante.
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