El "photocall" también colgó el cartel de completo

El precio inicial de las entradas para la actuación de Julio Iglesias en Starlite, hacía prever el nivel de su público. La de anoche resultó ser una de las veladas con mayor apoyo por parte de rostros conocidos del mundo empresarial, político y de la comunicación. Los palcos se convirtieron de pronto en una alfombra roja improvisada.
Entre los asistentes pudimos ver a el empresario Juan Villar Mir (considerado una de las más grandes fortunas de España) o el presidente de Telecinco Alejandro Echevarría.
No bajó el nivel, si de medir en euros se trata, con la llegada del dueño del Corte Inglés ,Isidoro Álvarez, que acudió acompañado de su familia o los empresarios periodísticos José María Bergareche y Alfonso de Salas.
Son muchos los amigos del clan Iglesias, admiradores de su música y conocidos de una familia que cuenta en su haber con rostros tan mediáticos como los de Chábeli, Julio Iglesias Jr. y Enrique Iglesias (fruto de su matrimonio con Isabel Preysler), el único que si bien no le hace sombra, ha logrado hacerse un hueco dentro del mercado musical.
De momento, no le alcanzan tampoco los cinco hijos tenidos en su segundo matrimonio con la modelo holandesa Miranda Rijnsburger, si bien en este caso y por ahora, se debe a cuestiones de edad.
Su esposa también quiso acompañarlo esta noche tan especial y lo hizo junto a sus dos pequeñas.
La expectación alcanzó tal punto que la organización se las vio y se las deseó para controlar a tal cantidad de asistentes.
Los parking se quedaron pequeños y a las 20.45 horas los coches ya eran invitados a aparcar donde pudieran. En el caso de una servidora, seiscientos metros cuesta arriba. Y es que pese a estar en agosto, fue Julio el que puso todo patas arriba.
Especial peso tuvo la prensa local, la de toda la vida, la que ha compartido cafés y horas de camerino con Iglesias y que ahora, echa de menos esos tiempos de antaño.
Muchos de ellos estuvieron anoche presentes y recordaron una Marbella menos caótica y más accesible.
No faltó a la cita tampoco el escritor Mario Vargas Llosa con su mujer, además de rostros conocidos más habituales como Carmen Lomana, el toreo Jaime Ostos y su esposa Mari Ángeles Grajal, Gunilla Von Bismarck y su marido Luis Ortiz.
El público demostró saberse sus letras y haberle seguido por muchos años. Muchas admiradoras le gritaban «guapo» y se emocionaban con temas como el romántico 'Abrázame'.
Difícil resultaba el manejo en las gradas, donde no cabía un alfiler y donde hubo más de una 'riña' por confusión de localidades. Un comienzo de ánimos caldeados que dio pie a una noche donde todos disfrutaron del Julio más clásico.