
Uno de los momentos álgidos llegó cuando Julio se deshizo de la americana y se quedó ante los asistentes tan sólo con el chaleco y la camisa. El cantante, que ya ha cumplido los 68 años, pero que no para de trabajar, se mantiene en plena forma sobre el escenario y no cesó ni un momento de enardecer a los espectadores con sus gestos y sus comentarios dedicados a León, a este país, al paro, a la crisis... Julio Iglesias logró llenar el estadio, con el mérito añadido de la delicada situación económica. Precisamente, el cantante, sensible a los malos tiempos por lo que pasan muchas familias españolas, quiso invitar a su concierto a 400 parados, que en la madrugada del viernes ya hacían cola -documento en mano frente a las taquillas del estadio- para conseguir su entrada doble. A los parados también se dirigió Julio Iglesias durante el concierto y les dedicó el tema Nathalie. Para que todo saliera perfecto, durante el concierto fueron necesarios ochenta operarios para montar el escenario de 21 metros de ancho y 14 de fondo en el campo de fútbol.
En total 140.000 watios de luz, 80.000 de sonido y tres pantallas, una en el interior y dos los laterales del escenario, que hicieron de la velada una noche inolvidable. La gira de julio Iglesias, que promociona su nuevo disco 1, ya ha superado el ecuador de su duración. Comenzó el día 4 en Barcelona y está planificado que finalice el 12 de agosto en Marbella.
1 comentario:
Yo estuve alli y habia solo 2 pantallas gigantes,no tres y no tenian nitidez con lo que no se veia bien a Julio,se le veia aun de lejos, aun con pantallas.Un desastre o truco para evitar que se le vea lo mayor que esta.
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