La tormenta retrasa dos horas el concierto de Julio Iglesias en Ávila

El artista madrileño despidió su gira de verano con un concierto en el que cantó en cinco idiomas e interpretó los grandes éxitos de su carrera.

En la entrada ponía 21.30 h pero los primeros acordes del último concierto de Julio Iglesias en España y cierre de su gira de verano, no se escucharon hasta las 23.50 de esa misma noche; dos horas y veinte minutos después del horario previsto.

La responsable de ese retraso fue la tormenta de rayos y lluvia que sorprendió en la capital abulense pasadas las siete y media de la noche. Los organizadores del evento ya estaban en el estadio Adolfo Suárez, lugar del concierto, a esta hora. Desde entonces los teléfonos no dejaron de funcionar; los zapatos de andar, y las cabezas de pensar. Imploraban al ennegrecido cielo que pasara la tormenta y pudiera celebrarse el show, pero hasta la hora crítica –a las nueve y media en punto- no decidieron que seguir adelante. Lo hicieron cuando las nubes dieron un respiro y la lluvia se ocultó. Mientras, los miles de personas que querian ver al artista esperaban la decisión en las inmediaciones del estadio, en una zona cubierta habilitada por el Ayuntamiento de la capital.

Los primeros en entrar lo hicieron a las 21.35 y los últimos, casi una hora después. Cansados de calentar la grada y las más de 6.000 sillas de plástico y madera, el público arrancó su particular concierto.

Al final, lo único que consiguieron fue que la organización advirtiera del retraso en el inicio del concierto a consecuencia de la lluvia. Ya lo intuían, pero lo que no sabían era que el agua había mojado uno de los aparatos de sonido y tuvieron que utilizar ventiladores para repararlo como explicó después el mismo Julio Iglesias. También dijo que durante las dos horas de retraso lo había pasado “muy mal” y que esto mismo solo le ha pasado en otra ocasión en toda su vida. Fue hace algo más de 30 años en Arenas de San Pedro, “también en Ávila”. En aquella ocasión el concierto empezó también dos horas más tarde.

Quijote

A pesar del hartazgo del público, el artista fue recibido con aplausos diez minutos antes de la media noche. Empezó cantando “Quijote” y siguió intercambiando argumentos y reflexiones con las canciones de su vida. Interpretó Nathalie; La Gota Fría, Ni te tengo, ni te olvido; De niña a mujer o incluso, Abrázame o la más aplaudida Hey, que puso al público de pie. Al final, casiuna treintena de temas, algunos interpretados en inglés, francés, italiano y gallego, además de en español.

Y entre canción y canción, el artista intercional compartió sus reflexiones con los asistentes. Les dijo que había encontrado España”muy cambiada”, que está orgulloso de ser español y prometió cantar en “España hasta que me muera”,dos discursos que arrancaron de nuevo los aplausos y que enterraron para siempre el disgusto del comienzo.

Y para terminar, se solidarizó con el momento que está viviendo el país, no habló de la crisis pero sí de los jóvenes. Lo ha dicho en alguna entrevista: “Hablo de política en casa y de amor por la noche”. Y anoche lo hizo. Recordo al “grandísimo presidente” que fue Adolfo Suárez (su hijo Adolfo Suárez Illana estaba en el público); mandó un “abrazo al Rey” a través de la Infanta Elena, sentada en primera fila, y lanzó un mensaje a los jóvenes: “Que sean competitivos y fuertes”. Todo lo demás fue cantar al amor